Shirin Ebadi
La abogada y activista por los derechos humanos iraní Shirin Ebadi nació en 1947. Se graduó en Derecho en la Universidad de Teherán y entre los años 1975-79 fue presidenta de la Corte de Teherán, además de convertirse en una de las primeras mujeres juez de Irán. Pero después de la revolución de 1979, fue obligada a dimitir. Ahora trabaja como abogada y también da clases en la Universidad de Teherán.
En sus investigaciones y como activista, es conocida por promover soluciones democráticas y pacíficas para resolver los graves problemas de la sociedad. Toma parte activamente en los debates públicos y es muy conocida y admirada en su país por defender a las víctimas de las facciones conservadoras que atacan la libertad política y de expresión.
Como abogada, se ha visto envuelta en varios casos políticos controvertidos. Ha defendido a las familias de escritores e intelectuales que fueron asesinados en los años 1999 y 2000 y también trabajó activamente y con éxito para identificar a los responsables del ataque a la Universidad de Teherán en 1999, en el que varios estudiantes murieron. Como consecuencia de esto, Ebadi ha sido encarcelada en numerosas ocasiones.
Por esta razón, el Comité Nobel destaca que "como abogada, juez, conferenciante, escritora y activista, ha hablado claro y fuerte en su país, Irán, y fuera de sus fronteras. Ha sido siempre una profesional prestigiosa y una persona valiente que nunca ha temido las amenazas a su propia seguridad".
Ebadi representa al Islam reformista y aboga por una nueva interpretación de la ley islámica que esté en armonía con derechos humanos tales como la democracia, la igualdad por encima de la ley, la libertad religiosa y de expresión. En cuanto a la libertad religiosa, cabe destacar que Ebadi también incluye los derechos de los miembros de la comunidad Bahai, que ha tenido problemas en Irán desde su fundación.
El Comité Nobel la define en su exposición de motivos como "una musulmana consecuente. No ve conflicto alguno entre el Islam y los derechos humanos fundamentales y está segura de que el diálogo entre las diferentes culturas y religiones del mundo será el punto de partida para compartir e intercambiar las cosas buenas que tiene cada una".
Ebadi considera que ninguna sociedad merece llamarse civilizada hasta que no se respeten los derechos de las mujeres y los niños. En una era de violencia, siempre ha defendido conscientemente la no violencia. Para ella es fundamental que el poder político de un país sea elegido construido sobre la base de elecciones democráticas y siempre ha estado a favor del diálogo como el mejor camino para cambiar las actitudes y resolver conflictos. Fundadora y presidenta de la Asociación de Apoyo a los Derechos de los Niños en Irán, ha escrito numerosos libros académicos y artículos sobre los Derechos Humarnos. Es la primera vez en la historia que una ciudadana iraní ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz.
La abogada y activista por los derechos humanos iraní Shirin Ebadi nació en 1947. Se graduó en Derecho en la Universidad de Teherán y entre los años 1975-79 fue presidenta de la Corte de Teherán, además de convertirse en una de las primeras mujeres juez de Irán. Pero después de la revolución de 1979, fue obligada a dimitir. Ahora trabaja como abogada y también da clases en la Universidad de Teherán.
En sus investigaciones y como activista, es conocida por promover soluciones democráticas y pacíficas para resolver los graves problemas de la sociedad. Toma parte activamente en los debates públicos y es muy conocida y admirada en su país por defender a las víctimas de las facciones conservadoras que atacan la libertad política y de expresión.
Como abogada, se ha visto envuelta en varios casos políticos controvertidos. Ha defendido a las familias de escritores e intelectuales que fueron asesinados en los años 1999 y 2000 y también trabajó activamente y con éxito para identificar a los responsables del ataque a la Universidad de Teherán en 1999, en el que varios estudiantes murieron. Como consecuencia de esto, Ebadi ha sido encarcelada en numerosas ocasiones.
Por esta razón, el Comité Nobel destaca que "como abogada, juez, conferenciante, escritora y activista, ha hablado claro y fuerte en su país, Irán, y fuera de sus fronteras. Ha sido siempre una profesional prestigiosa y una persona valiente que nunca ha temido las amenazas a su propia seguridad".
Ebadi representa al Islam reformista y aboga por una nueva interpretación de la ley islámica que esté en armonía con derechos humanos tales como la democracia, la igualdad por encima de la ley, la libertad religiosa y de expresión. En cuanto a la libertad religiosa, cabe destacar que Ebadi también incluye los derechos de los miembros de la comunidad Bahai, que ha tenido problemas en Irán desde su fundación.
El Comité Nobel la define en su exposición de motivos como "una musulmana consecuente. No ve conflicto alguno entre el Islam y los derechos humanos fundamentales y está segura de que el diálogo entre las diferentes culturas y religiones del mundo será el punto de partida para compartir e intercambiar las cosas buenas que tiene cada una".
Ebadi considera que ninguna sociedad merece llamarse civilizada hasta que no se respeten los derechos de las mujeres y los niños. En una era de violencia, siempre ha defendido conscientemente la no violencia. Para ella es fundamental que el poder político de un país sea elegido construido sobre la base de elecciones democráticas y siempre ha estado a favor del diálogo como el mejor camino para cambiar las actitudes y resolver conflictos. Fundadora y presidenta de la Asociación de Apoyo a los Derechos de los Niños en Irán, ha escrito numerosos libros académicos y artículos sobre los Derechos Humarnos. Es la primera vez en la historia que una ciudadana iraní ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz.
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